lunes, 29 de abril de 2013

Encuentro Esperado


¿Cómo se sobrevive al desamor? Muy fácil, tragándose el orgullo, viviendo, pasando por varios amantes, y uno que otro marido. Enamorándose y desenamorándose una y otra vez, hasta que un día, te das cuenta que ya no queda mucho de ti, salvo una capa de acero resistente a la abrasión, fea, algo oxidada, rayada por todas partes, pero aún muy dura y con capas y capas para seguir desgastando.

Hoy me enteré que vas a ser padre, no me lo esperaba de ti, no aún a esta edad, ni mucho menos con esa mujer que elegiste o te eligió. Yo creo que te eligió a ti, y tu elegiste la costumbre. Me dejaste de saludar el día en que supiste que me iba a casar, y nunca más pudimos recomponer nuestra manoseada, quebrada y repegada relación. No sé si me deberías dar una cierta pena, o si me debería sentir feliz por ti. No creo que esto haya sido tu proyecto de vida. Por eso elijo sentir pena por ti!

Y así, adiós a cualquier remember imaginario. Hasta nunca querido eneamigo.

Por mi parte. No, estas cosas no son lo mio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario