lunes, 29 de abril de 2013

Encuentro Esperado


¿Cómo se sobrevive al desamor? Muy fácil, tragándose el orgullo, viviendo, pasando por varios amantes, y uno que otro marido. Enamorándose y desenamorándose una y otra vez, hasta que un día, te das cuenta que ya no queda mucho de ti, salvo una capa de acero resistente a la abrasión, fea, algo oxidada, rayada por todas partes, pero aún muy dura y con capas y capas para seguir desgastando.

Hoy me enteré que vas a ser padre, no me lo esperaba de ti, no aún a esta edad, ni mucho menos con esa mujer que elegiste o te eligió. Yo creo que te eligió a ti, y tu elegiste la costumbre. Me dejaste de saludar el día en que supiste que me iba a casar, y nunca más pudimos recomponer nuestra manoseada, quebrada y repegada relación. No sé si me deberías dar una cierta pena, o si me debería sentir feliz por ti. No creo que esto haya sido tu proyecto de vida. Por eso elijo sentir pena por ti!

Y así, adiós a cualquier remember imaginario. Hasta nunca querido eneamigo.

Por mi parte. No, estas cosas no son lo mio.

martes, 23 de abril de 2013

Desencuentro Desapasionado: Se fue el amor



¿Cómo explicar esto? Es así de sencillo y repentino. El amor se fue volando por la ventana un día, que no sé qué día fue. Se me olvidó que existía, quizás. Tal vez a mi, tal vez a ti. No sé. Necesito contratar a un detective para que le siga la pista, a ver si lo encuentra, a ver si me lo regresa. Pero, si es que vuelve, ya no será el mismo, y yo no seré la misma.
Mi amnesia me impide recordar los últimos momentos con el, no sé en qué momento preciso dejé de prestarle atención, no sé si yo lo eché o si el se fue por su propia cuenta. Solo sé, que no tengo ni la mínima idea.
Solo sé lo que voy a pasar a describir: Desde que se fue, me concentro más en mi y menos en otros, me siento más tranquila, menos agobiada, me siento libre, me siento más yo misma otra vez, aunque no al 100%. Siento que odio más, que esta bolsa llena de odios y desprecios simplemente se ha agrandado, pero no importa, la mantengo escondida por allí, como pueda. Sé bien qué quiero hacer y qué no quiero hacer. Quizás estoy empezando a recordar que en realidad fue el hastío el que un día le apretó el cuello al amor, y este asustado y cobarde salió corriendo, despavorido por el primero agujero que encontró. Si es así, no vale la pena que nadie lo busque, porque el hastío llegó para quedarse, para reemplazar al amor, para abrir los ojos y aceptar, que ya no te amo, que ya no te quiero, que no quiero estar contigo. Sólo me falta armarme de buenas palabras y buenos modales para decirte que ya en efecto, yo ya no te quiero, eres simplemente un amigo para mi.
Qué duro y qué hiriente debe ser para un hombre aceptar que su compañera ya no lo quiere. No sé cómo hacer, para lidiar con esto a tu lado. No sé qué hacer para soportarte el resto del tiempo, aquí junto conmigo, tu en casa, yo en cualquier lado, así, sin quererte, sin tenerte ganas. Cerca, pero yo muy lejos de ti. Somos adultos, y alguna vez quisimos hacer una vida juntos. Ahora yo solamente quiero hacer mi vida, pero no juntos y mucho menos revueltos. ¿Cómo hago para apartarte de mi lado? ¿Cómo hago para romper tus esperanzas? ¿Cómo hago para protegerte, como amigo, de mi misma, que ya no te amo? ¿Cómo hago para sostener esta mentira que somos tu y yo?
El amor se fue. Eso es todo.